“Cuando estés mal, cuando estés sólo. Cuando ya estés cansado de llorar, no
te olvides del Colo y sus autogoles que te van a hacer mear “.
Si el gran Charly hubiese conocido al Sr. Pernik antes de componer su
famoso tema “De mi”, seguramente la letra de esa canción lo hubiese tenido de
referencia.
El miércoles el Colo demostró que está pasando por un gran momento
futbolístico y plasmó en la cancha toda su magia, goles, gambetas, atajadas de
lujo, voz y mando en la cancha. Sus compañeros, se cansaron de
recibir sus pases, siempre al pie y dejándolos mano a mano con el
arquero de turno. Sinceramente, lo mejor que se vio en las canchas de Serrano
Corner en los últimos años, un placer a los ojos y al paladar futbolero de los
borrachos que cuidan los autos.
Ahora hablando en serio, el Colo fue el gran protagonista del partido del
miércoles. Su espectáculo pareció una obra dramática de Shakespeare. Hizo reír
a todos los rivales y llorar a sus compañeros de equipo. Provocó, por
tanto aleteo, el desplume del Pajerito. Hizo hervir la sangre del frío Ring, no
le dio oportunidad a Demi de deleitarnos con sus “altos” tiros al arco y
provocó la permanente ira en las alturas, del invitado Zuravsky.
No tengo dudas de que si sigue en este nivel, superará al Pulpo pollerudo en el ranking de los últimos jugadores a elegir. ¡Salud Colo, por muchos éxitos más en cartelera!
Del lado de enfrente, se paró el equipo de “los agradecidos con el
Colo”.
Quiero felicitar particularmente al Sr. Cachetes Bresler, quien pese a
sufrir de una grave lesión (además de la crónica que tiene desde su nacimiento
y que probablemente no tenga cura), se presentó en la cancha de Serrano y
demostró que no se achica, a diferencia de algunos pulpos pollerudos, que
tuvieron prohibida la salida el miércoles por la noche. ¡Pablo, ojalá te
recuperes y vuelvas a jugar al fútbol pronto, porque lo que venís haciendo
últimamente, está lejos de ser gustoso!
Ese equipo ganador, que el nuevo campeón invicto de Serrano (nos
tapó el agua y nos dejó 1.500 metros abajo) se armó, además de tener la suerte
de que el Colo estuviera del lado de enfrente, contó con la ventaja
de que el vecino de Poli volvió por largo rato al arco, del cual no debería
haber salido nunca, la fortuna de que el librito embocó más de un 10% de las
que pateó al arco (un porcentaje superior al que nos tiene acostumbrados) y la
dicha de que Nico no pateó tanto al arco, lo que hubiese significado tener que
pedirle permanentemente la pelota a los vecinos de cancha.
Aprovechando que lo menciono, quiero dedicarle un párrafo aparte al Sr.
Lopez. El caballero de panza prominente, dice que mis textos lo
aburren y por eso ya no lo lee, pero según me cuenta el amigo gay del Grone, es
el primero en querer saber mi verdadera identidad y hasta se hace el Carlín
Calvo, buscando hackear mi cuenta de correo electrónico. Algunos dicen que me
envidia, pero en realidad, yo creo que me admira.
Sr. Lopez, como dice Gustavo Cordera en su famosa letra: “A los boludos
como vos me los cojo de parado. Cuando vos fuiste, Yo ya fui y vine...
¡Cuarenta veces!”.
Si queres saber la respuesta a mi pregunta secreta, mi profesor preferido
se llamaba: Lautaro Tomas Abalos (LTA).
Su Enemigo, El Contra.
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